A muchos, muchas veces, se les olvida lo que leen. Sea desde textos cortos hasta novelas complejas. En esos casos, cuando es realmente crucial acordarse de los detalles, de la temática y todo aquello (probablemente, porque te van a evaluar, o porque a continuación del texto vienen algunas preguntas), tengo algunos tips para refrescar la memoria.
1. Subraya
Esto va sobre todo para los textos cortos, pero también aplica en las novelas. En el caso de los textos más cortos, tengo que subrayas las palabras clave, lo que sintetiza mejor el contenido general.
En el caso de las novelas, por otra parte, es distinto. Tienes que subrayar oraciones, citas, o bien, nombres de personajes o lugares importantes.
2. Anota al margen
¿Qué está pasando? A medida que lo vayas entendiendo, haz una flecha, y al margen, haz un breve resumen de lo que ocurre. En el caso de los textos más cortos, suele ser por párrafo.
3. Haz esquemas
Esto sirve muchísimo, créeme, aunque no suene muy convencional. Imagínate que te digo:
Los osos de peluche están divididos en dos subconjuntos: los osos de peluche A, que son rojos, y los osos de peluche B, que son azules. Los osos de peluche A pueden ser, a la vez, gordos o flacos.
¿Cómo te imaginas esta clasificación? Yo ya hice un esquema en mi cabeza. No sé tú. Pero, si me van a comenzar a hacer preguntas, lo más fácil sería comenzar a rayar sobre el papel, trazando líneas y flechas con las distintas clasificaciones y subclasificaciones.
Pero… ¡aplica a cualquier cosa! Todo texto escrito se puede transcribir con flechas y diagramas, el punto está en buscar cómo. Y así, al visualizarlo luego, recuerdas más fácilmente de qué se trataba.